domingo, 3 de junio de 2012


Aprendizaje basado en problemas

El Aprendizaje Basado en Problemas (ABP o PBL, Problem-based learning) es un método docente basado en el estudiante como protagonista de su propio aprendizaje.
En este método, el aprendizaje de conocimientos tiene la misma importancia que la adquisición de habilidades y actitudes. Es importante comprender que es una metodología y no una estrategia instruccional.
 
Este método consiste en que un grupo de estudiantes de manera autónoma, aunque guiados por el profesor, deben encontrar la respuesta a una pregunta o solución a un problema de forma que al conseguir resolverlo correctamente suponga que los estudiantes tuvieron que buscar, entender e integrar y aplicar los conceptos básicos del contenido del problema así como los relacionados. Los estudiantes, de este modo, consiguen elaborar un diagnóstico de las necesidades de aprendizaje, construir el conocimiento de la materia y trabajar cooperativamente.  
En sentido estricto, el ABP no requiere que se incluya la solución de la situación o problema presentado. Al inicio de una materia, el estudiante no tiene suficientes conocimientos y habilidades que le permitan, en forma efectiva, resolver el problema. El objetivo, en estas etapas, es que el estudiante sea capaz de descubrir qué necesita conocer para avanzar en la resolución de la cuestión propuesta (diagnóstico de necesidades de aprendizaje). A lo largo del proceso educativo, a medida que el estudiante progresa en el programa se espera que sea competente en planificar y llevar a cabo intervenciones que le permitirán, finalmente resolver el problema de forma adecuada (construcción del conocimiento). Y todo ello, trabajando de manera cooperativa.
El ABP facilita, o fuerza, a la interdisciplinaridad y la integración de conocimiento, atravesando las barreras propias del conocimiento fragmentado en disciplinas y materias.

Mapa conceptual del ABP.
El aprendizaje basado en problemas (ABP), se sustenta en diferentes corrientes teóricas sobre el aprendizaje. Tiene particular presencia la teoría constructivista, por lo que, de acuerdo con esta postura se siguen tres principios básicos: - El entendimiento con respecto a una situación de la realidad surge a partir de las interacciones con el medio ambiente. - El conflicto cognitivo al enfrentar cada situación, estimula el aprendizaje. - El conocimiento se desarrolla mediante el reconocimiento y aceptación de los procesos sociales y de la evaluación de las diferentes interpretaciones individuales del mismo fenómeno. El ABP incluye el desarrollo del pensamiento crítico en el mismo proceso de enseñanza y aprendizaje, no lo incorpora como algo adicional, sino que es parte constitutiva de tal proceso. Resulta útil comparar este tipo de propuesta, con la enseñanza tradicional, de manera de poder visualizar las diferencias sustanciales que se dan entre los dos:
En un proceso de aprendizaje tradicional (A.T), el profesor asume el rol de experto o autoridad formal. En un proceso de aprendizaje basado en problemas (ABP), el profesor tiene un rol de facilitador, tutor, guía, co-aprendiz, asesor.
A.T: Los profesores transmiten la información a los alumnos. ABP: Los alumnos toman la responsabilidad de aprender y crear alianzas entre alumno y profesor.
AT: Los profesores organizan el contenido en exposiciones de acuerdo a su disciplina. ABP: Los profesores diseñan su curso basado en problemas abiertos
AT: Los alumnos son vistos como receptores pasivos de información. ABP: Los profesores buscan mejorar la iniciativa de los alumnos y motivarlos. Ven a los alumnos, como sujetos que pueden aprender por cuenta propia.
AT: Las exposiciones del profesor son basadas en comunicación unidireccional. ABP: Los alumnos trabajan en equipos para resolver problemas, adquieren y aplican el conocimiento en una variedad de contextos.
AT: El aprendizaje es individual y de competencia. ABP: Los alumnos interaccionan y aprenden en un ambiente colaborativo.                                   
                         
El proceso de aprendizaje con ABP       
Las diferencias entre el aprendizaje tradicional y el ABP se presentan en el siguiente gráfico de forma esquemática. Básicamente, la diferencia fundamental está en el carácter lineal del proceso de aprendizaje que se genera en el primero y el carácter cíclico del segundo. En el aprendizaje tradicional, la identificación de necesidades de aprendizaje y la exposición de conocimientos está a cargo del profesor (tiene principio y fin en la actividad docente). En el ABP, el alumno adquiere el máximo protagonismo al identificar sus necesidades de aprendizaje y buscar el conocimiento para dar respuesta a un problema planteado, lo que a su vez genera nuevas necesidades de aprendizaje.
Morales y Landa (2004) establecen que el desarrollo del proceso de ABP ocurre en ocho fases:
1. Leer y analizar el problema: se busca que los alumnos entiendan el enunciado y lo que se les demanda
2. Realizar una lluvia de ideas: supone que los alumnos tomen conciencia de la situación a la que se enfrentan.
3. Hacer una lista de aquello que se conoce: implica que los alumnos recurran a aquellos conocimientos de los que ya disponen, a los detalles del problema que conocen y que podrán utilizar para su posterior resolución.
4. Hacer una lista con aquello que no se conoce: este paso pretende hacer consciente lo que no se sabe y que necesitarán para resolver el problema, incluso es deseable que puedan formular preguntas que orienten la resolución del problema.
5. Hacer una lista con aquello que necesita hacerse para resolver el problema: los alumnos deben plantearse las acciones a seguir para realizar la resolución.
6. Definir el problema: se trata concretamente el problema que van a resolver y en el que se va a centrar
7. Obtener información: aquí se espera que los alumnos se distribuyan las tareas de búsqueda de la información
8. Presentar resultados: en este paso se espera que los alumnos que hayan trabajado en grupo estudien y comprendan, a la vez que compartan la información obtenida en el paso 7, y por último que elaboren dicha información de manera conjunta para poder resolver la situación planteada.



Personalmente, he tenido la experiencia de realizar un trabajo para la asignatura TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) mediante éste método.
El problema que se nos presentaba era el siguiente: unos alumnos de la Universidad de Colombia vienen a Málaga a pasar dos semanas, una de ellas es Semana Santa, y hay que organizar su estancia durante esos 15 días.

Dicho trabajo lo debíamos elaborar mediante un recurso TIC, por lo que decidimos crear una página web, donde estuviera recogida la historia de Málaga, los sitios de interés, y la historia e itinerarios de la Semana Santa en dicha ciudad. Una vez que se hubieran introducido en la página web, los alumnos/as de Colombia, mediante un nombrre de usuario y la correspondiente contraseña, podrían acceder a su propio itinerario durante esos quince días de estancia en Málaga.
En dicho itinerario aparecerán las actividades que se realizarán por la mañana y por la tarde, y los restaurantes donde irán a comer y a cenar, todo ello en nuestra compañía, que seremos sus guías.

Con este trabajo, hemos aprendido muchas cosas de nuestra ciudad que desconocíamos a pesar de haber nacido aqui, hemos organizado la estancia de unos estudiantes durante quince días, hemos aprendido la historia de la semana santa, etc, y todo ello desde la práctica, sin tener que estudiar directamente de un libro o unos apuntes, además de solucionar el problema de la estancia de los estudiantes universitarios de Coloombia.

Por último, recomiendo éste método para que se aplique tanto en las aulas de Primaria, como en la de otros cursos más elevados. De éste modo, los alumnos/as aprenderán de otra forma distinta, se divertirán, estarán motivados y comprenderán mejor los conceptos tratados, dado que trabajarán en ello día a día y de una forma dinámica. Le pongo un 10. 


Enlace página web: 85.137.58.78
Oficialmente no está subida a internet, pero pronto lo estará!! 

miércoles, 9 de mayo de 2012


LA EVALUACIÓN DESDE UN MODELO SOCIOCOMUNITARIO

La Comunicación Didáctica. La Evaluación desde un modelo sociocomunitario.

Para la comunicación, el contexto es muy importante. Pero no todos los contextos son iguales.
El contexto es un sistema, es decir, un conjunto de elementos relacionados entre sí que lleva a una evolución, y dentro de este sistema existen muchos subsistemas, en este caso, nosotros/as y los alumnos/as.




 
El sistema (contexto) influye sobre el subsistema personal, y a su vez éste influye en la transmisión, codificación, etc, del conocimiento. ¿Qué quiere decir esto? Pues que vivimos en un contexto en el que nos afecta todo lo que ocurra en él, y asimismo, nosotros/as proyectamos códigos, mensajes, conocimientos, etc, influidos por ese contexto.
Por ejemplo, un profesor/a no corrige igual un trabajo cuando ha dormido 9 horas y tenido un buen día, que otro profesor/a que lleve 11 horas trabajando y encima haya tenido una bronca con un compañero/a. Aunque veamos que es injusto, es así, y esto ocurre actualmente tanto en la escuela, como en los institutos o en las facultades.
Definitivamente, no es una forma objetiva de evaluar, y claro que no lo es, porque somos sujetos no objetos. 
De esta forma, al igual que un profesor/a puede o no tener un buen día o estar rodeado/a de un buen o mal entorno, el alumno/a también puede encontrarse en esa situación, y no por esa circunstancia va a depender de que apruebe o no una asignatura. ¿Qué debemos hacer al respecto? En primer lugar, ponernos en el lugar de cada uno/a de nuestros/as alumnos/as y contextualizar la situación en la que se encuentra cada uno/a.
No es lo mismo un alumno/a que viva en el seno de una familia estructurada, en la que se impliquen en su educación, tenga unos horarios y disciplina, que otro que vive en una familia desestructurada, en la que no se preocupan de su educación, y en la que no hay normas. HAY QUE SER CONSCIENTE que si eres maestro/a y estás enseñando unos conocimientos, lo estas transmitiendo, por ejemplo, a 25 alumnos/as (subsistemas) diferentes, y que no todos te van a entender a la primera o asimilarán los conocimientos de "x" asignatura. De este modo, llegamos a la EVALUACIÓN, ¿cómo se evalúa a los alumnos/as? ¿se tienen en cuenta las circunstancias personales de cada uno/a de ellos/as? ¿si hay uno que no da un palo al agua pero que te cae bien y le aprecias, lo apruebas? ¿y viceversa? 
Cuando se evalúa, no se trata de poner una mera calificación para que el alumno/a siga pasando de curso o no. Se deben comprobar si los objetivos marcados se han cumplido, ya sea mediante exámenes u otras actividades. Pero cuando hablamos de evaluación, ¿hablamos de medir el aprendizaje? ¿eso se puede hacer? pues sí y no: sí se puede medir el aprendizaje previsto y medible y no se puede medir el aprendizaje no previsto y no medibles.
Todos los alumnos/as temen las calificaciones, como si por un mero número dependiera TODO: si el profesor/a va a estar contento/a, si en casa le van a regañar, si va a sacar la misma nota o similar a la de sus compañeros, etc. ¿Por qué atormentarlos con calificaciones, si lo único que se consigue es seleccionar, segregar, justificar, clasificar y excluir a alumnos/as? Esto sólo sirve para decidir quién puede seguir estudiando, justificándose el sistema educativo de que los niños/as son vagos, o no estudian lo suficiente. 
En fin... la evaluación, como dice nuestro profesor Miguel Sola, no debe consistir en poner una nota o evaluar a esa propia persona, sino a mejorar el sistema de comunicación, es decir, el sistema educativo, la ENSEÑANZA.


"La evaluación no es ni puede ser un apéndice de la enseñanza. Es parte de la enseñanza y del aprendizaje"

lunes, 7 de mayo de 2012

SOCIALIZACIÓN PRIMARIA 

 Hoy ha sido una clase muy interesante, y aunque directamente no tenga que ver con la disciplina, me gustaría compartir con todos los que leáis mi blog, lo que hemos aprendido. Para "meternos en situación" hay que ver en primer lugar el suguiente vídeo:


Después de ver cómo fue este experimento, el profesor Miguel Sola nos ha pedido que en grupo respondiéramos a algunas cuestiones relacionadas con dicho experimento.
Las conclusiones a las que hemos llegado entre todos con el profesor han sido las siguientes:
La teoría psicológica que explica este tipo de aprendizaje es el conductismo: lo que adquieren es un comportamiento o conducta condicionado. Es decir, ¿por qué dejan de subir por la escalera? por el dolor que le provocan las palizas, de esta forma, y sin saber por qué, ninguno de los monos vuelve a subir por las escaleras. El aprendizaje, y como consecuencia la conducta adquirida, básicamente les ha servido para sobrevivir nada más.
En resumidas cuentas, el sistema educativo actual es muy similar a este experimento y es por lo siguiente: los monos no suben por las escaleras porque después recibirán una paliza, no por otro motivo. Y así pasa en la escuela, nos evalúan mediante exámenes, no de otra forma, ¿y por qué es así? por que así se ha hecho siempre...

De este modo, lo que debemos hacer es dejar de hablar del sistema educativo español actual, de lo mal que está, porque después nos preguntan cómo evaluaríamos, y siempre contestamos igual: haciendo un exámen. ¡PUES NO! hay otras formas de evaluar y más enriquecedoras que la de hacer simplemente una prueba, que a la mayoría, al cabo del tiempo se olvida. Al igual que con los monos, a ellos no se les enseñó otra forma para que aprendieran a no subir por las escaleras, y hay muchas maneras de enseñar conocimientos o conductas.

Apliquémonos el cuento nosotros/as, y que la escuela que hemos conocido, no sea la que siga en el momento en el que salgamos ahí fuera a ejercer como docentes.

jueves, 3 de mayo de 2012

La Disciplina Escolar

La Indisciplina Escolar


Es difícil lograr la disciplina escolar

La palabra disciplina significa regularizar, metodizar, ordenar, instruir, enseñar.
No se puede enseñar donde no hay orden ni método.
Para un maestro o maestra de escuela primaria o un profesor o profesora de colegio secundario mantener la disciplina en el aula es tarea difícil.
Los chicos y adolescentes en la actualidad están sometidos a un gran caudal de estimulación que los han condicionado a estar constantemente entretenidos y su capacidad de concentración parece haber disminuido.
La indisciplina de los niños y jóvenes no se reduce al ámbito escolar sino que también se experimenta en los hogares.
Las obligaciones laborales de los padres los mantienen mucho tiempo lejos del hogar y los chicos no reciben una educación uniforme sino que son influenciados, en el mejor de los casos por personas que quedan a su cuidado, que piensan diferente, o peor aún quedan solos y aprenden a hacer lo que quieren, cuando quieren.
En muchos hogares la organización familiar es anárquica y los niños pueden llegar a tener las mismas libertades que los adultos. No existen los límites, porque la firmeza y las convicciones firmes se han perdido y muchos padres no saben que lo único que educa a sus hijos es su ejemplo.
Los padres son los modelos principales para la formación de una persona. Los hijos hacen y harán lo que sus padres hacen y no existe juez más cabal que un niño. Por eso es esencial en el hogar priorizar los valores y no emitir mensajes contradictorios.
Los maestros y profesores desde su ámbito deben instruir también a los padres que es probable tampoco hayan tenido la oportunidad de haber sido educados adecuadamente.
Es indispensable que la pareja no se desautorice entre si delante de sus hijos cuando no coincide en la forma de ver las cosas. Luego podrán discutir las diferencias a solas cuando ellos no estén.
En la escuela, además, los chicos generalmente se aburren y no pueden prestar atención
Un niño no se puede quedar quieto y un adolescente tampoco, por lo tanto busca entretenerse conversando o jugando con sus compañeros mientras los maestros se esfuerzan en dar la clase en medio de un ensordecedor barullo.
Sin embargo, hay maestros que cuando dan sus clases logran que nadie hable o moleste, confirmando este hecho que es posible mantener el orden en clase.
Un maestro o profesor, para que sus alumnos lo respeten y no se olviden de él mientras hace su trabajo, debe primero ser una persona que se respeta a si mismo; siendo justo, honesto, sincero y recto.
Además tiene que tener ganas de enseñar y relacionar los conceptos que transmite con la realidad actual, tanto de los chicos como de la sociedad.
Si un niño no participa en clase deja de prestar atención. La participación del alumno es indispensable porque permite que aprendan a expresarse, a usar más vocabulario, a confiar en ellos mismos y a ser más creativos.
Para esto es muy importante colocarlos en círculo para favorecer la participación y mantener el control.
Si esto no fuera posible, los niños o adolescentes difíciles deben sentarse en las primeras filas y los hiperactivos que no se pueden quedar sentados deben ser los ayudantes de su maestro.
Los maestros deben derivar su atención a los peores alumnos e incentivarlos a participar. Generalmente, un niño rebelde suele ser muy inteligente y esa inteligencia puede capitalizarse si se lo trata adecuadamente.
El niño problema necesita más atención y más afecto, porque siempre tiende a ser rechazado no solo por sus compañeros sino también por los maestros y seguramente por sus padres y demás relaciones.
Un maestro debe respetar su rol y no debe dar confianza a un niño, manteniendo las distancias y hasta podría ser de gran ayuda para él evitar tutearlos.
Los niños se identifican con personas significativas y un maestro puede ser un modelo importante para su identidad.
De sus maestros depende en gran parte el destino de un niño.

http://psicologia.laguia2000.com/general/la-indisciplina-escolar





En mi opinión, creo que no se puede añadir mucho más a este artículo, exceptuando algunos puntos que a continuación comentaré.
Dicho artículo refleja bien lo que ocurre actualmente con los alumnos/as tanto de primaria como de la E.S.O. Sí que es cierto que cada vez mas, o al menos eso parece, la capacidad de concentración en los alumnos disminuye, pero ¿es por las estimulaciones del entorno o porque los maestros/as y profesores/as cada vez hacen las clases mas aburridas? Eso sería un buen tema a debatir, porque en este punto entraría el papel de las familias. Los padres/madres tienen obligaciones laborales que le hacen pasar la mayor parte del día fuera de sus hogares. ¿Cómo repercute eso a los niños/as? ¿pueden recibir una buena educación de este modo o es una mala opción dado que se pueden sobrepasar los límites? Desde mi punto de vista, creo que los alumnos/as deben tener un hogar en el que no exista la ausencia parental ya que son el papel principal en la educación de los mismos (aunque hay otros familiares que pueden realizar el mismo papel), y así se les marquen unos límites. Pero, como nos enseño nuestro profesor de Teoría de la Educación, SIEMPRE hay que contextualizarlo todo, y debemos preocuparnos por las circunstancias del entorno de nuestros alumnos/as. Habrá quien tenga un hogar perfectamente estructurado, o quien tenga una organización anárquica, o quien tenga mucha libertad, quiza muchisima mas de la que debiera, pero como eso no lo podemos cambiar. Por eso, la labor del mestro/a es, dentro de nuestra jurisdicción, hacer todo lo posible para que los alumnos/as estén agusto en clase, tengan ganas de aprender, realicen las actividades, y se lo pasen bien, además de evaluarles SIEMPRE contextualizando el entorno de cada uno de ellos/as. Es muy importante que esten bien tanto en sus hogares como en la escuela, ya que estos dos ámbitos van íntimamente relacionados. Si un niño/a está bien en casa, dicha situación repercutirá positivamente en su actividad académica y viceversa.
Los maestros/as deben saber donde están los límites y llevar a cabo un orden en clase, que implique disciplina, sin que lleguen a ser, en ningún caso, autoritarios/as. Estos/as son muy importantes en la vida del niño/a, al igual que las familias, y tienen un papel determinante en su desarrollo.
Para ir terminando quería comentar dos frases con las que no estoy de acuerdo: 
"Los maestros deben derivar su atención a los peores alumnos e incentvarlos a participar". Sinceramente, no creo que esto deba ser así, ya que ni pienso que haya alumnos peores, ni que porque haya alumnos que "vayan bien" ya no se les incentive. Hay que incentivar a todos los alumnos/as, independientemente de su progreso académico; claro que siempre habrá quién necesite más apoyo, pero nunca dejando de lado a aquellos alumnos/as que, como ya he dicho "van bien solos". La participación es una herramienta muy importante para el aprendizaje.

"Un maestro debe respetar su rol y no debe dar confianza a un niño, manteniendo las distancias, y hasta podría ser de gran ayuda para él evitar tutearlos". Definitivamente pienso que es un ERROR tomar esta actitud. No hace falta hacer eso para que un alumno/a te respete, es más el profesor/a siempre se ha considerado como la "autoridad" en clase, pero se puede ser la autoridad sin ser autoritario, ahí está la diferencia. Creo que en educación primaria es fundamental la cercanía entre maestro/a y alumno/a, darle cariño y haciéndole saber que le vas a ayudar siempre, pero todo ello se puede conseguir desde el respeto y sabiendo cual es el lugar de cada uno. No creo en una escuela en la que el profesor sea autoritario, distante y que no le de confianza a sus alumnos/as, porque así le temerán, no le admirarán ni respetarán.

Los que nos vamos a dedicar a esto, espero en un futuro muy cercano, DEBEMOS saber cual es nuestra labor y desempeñarla lo mejor que podamos, aprendiendo día a día y a superar errores, para convertirnos en los mejores docentes, por y para ELLOS/AS!!!

lunes, 30 de abril de 2012


¿Qué es la disciplina?

Disciplinar, significa instruir a una persona a seguir un determinado código de conducta y orden. En el campo del desarrollo de un niño, la disciplina se refiere a los métodos de formación del carácter y de la enseñanza de auto-control y de un comportamiento aceptable.
Aunque el término "disciplina" tiene una connotación negativa, podemos decir que una disciplina académica se refiere a un cuerpo de conocimientos que se está dando a -o ha recibido- un discípulo.


"Sin disciplina no hay nada de qué enorgullecerse"
(Richard L. Kempe)