jueves, 3 de mayo de 2012

La Disciplina Escolar

La Indisciplina Escolar


Es difícil lograr la disciplina escolar

La palabra disciplina significa regularizar, metodizar, ordenar, instruir, enseñar.
No se puede enseñar donde no hay orden ni método.
Para un maestro o maestra de escuela primaria o un profesor o profesora de colegio secundario mantener la disciplina en el aula es tarea difícil.
Los chicos y adolescentes en la actualidad están sometidos a un gran caudal de estimulación que los han condicionado a estar constantemente entretenidos y su capacidad de concentración parece haber disminuido.
La indisciplina de los niños y jóvenes no se reduce al ámbito escolar sino que también se experimenta en los hogares.
Las obligaciones laborales de los padres los mantienen mucho tiempo lejos del hogar y los chicos no reciben una educación uniforme sino que son influenciados, en el mejor de los casos por personas que quedan a su cuidado, que piensan diferente, o peor aún quedan solos y aprenden a hacer lo que quieren, cuando quieren.
En muchos hogares la organización familiar es anárquica y los niños pueden llegar a tener las mismas libertades que los adultos. No existen los límites, porque la firmeza y las convicciones firmes se han perdido y muchos padres no saben que lo único que educa a sus hijos es su ejemplo.
Los padres son los modelos principales para la formación de una persona. Los hijos hacen y harán lo que sus padres hacen y no existe juez más cabal que un niño. Por eso es esencial en el hogar priorizar los valores y no emitir mensajes contradictorios.
Los maestros y profesores desde su ámbito deben instruir también a los padres que es probable tampoco hayan tenido la oportunidad de haber sido educados adecuadamente.
Es indispensable que la pareja no se desautorice entre si delante de sus hijos cuando no coincide en la forma de ver las cosas. Luego podrán discutir las diferencias a solas cuando ellos no estén.
En la escuela, además, los chicos generalmente se aburren y no pueden prestar atención
Un niño no se puede quedar quieto y un adolescente tampoco, por lo tanto busca entretenerse conversando o jugando con sus compañeros mientras los maestros se esfuerzan en dar la clase en medio de un ensordecedor barullo.
Sin embargo, hay maestros que cuando dan sus clases logran que nadie hable o moleste, confirmando este hecho que es posible mantener el orden en clase.
Un maestro o profesor, para que sus alumnos lo respeten y no se olviden de él mientras hace su trabajo, debe primero ser una persona que se respeta a si mismo; siendo justo, honesto, sincero y recto.
Además tiene que tener ganas de enseñar y relacionar los conceptos que transmite con la realidad actual, tanto de los chicos como de la sociedad.
Si un niño no participa en clase deja de prestar atención. La participación del alumno es indispensable porque permite que aprendan a expresarse, a usar más vocabulario, a confiar en ellos mismos y a ser más creativos.
Para esto es muy importante colocarlos en círculo para favorecer la participación y mantener el control.
Si esto no fuera posible, los niños o adolescentes difíciles deben sentarse en las primeras filas y los hiperactivos que no se pueden quedar sentados deben ser los ayudantes de su maestro.
Los maestros deben derivar su atención a los peores alumnos e incentivarlos a participar. Generalmente, un niño rebelde suele ser muy inteligente y esa inteligencia puede capitalizarse si se lo trata adecuadamente.
El niño problema necesita más atención y más afecto, porque siempre tiende a ser rechazado no solo por sus compañeros sino también por los maestros y seguramente por sus padres y demás relaciones.
Un maestro debe respetar su rol y no debe dar confianza a un niño, manteniendo las distancias y hasta podría ser de gran ayuda para él evitar tutearlos.
Los niños se identifican con personas significativas y un maestro puede ser un modelo importante para su identidad.
De sus maestros depende en gran parte el destino de un niño.

http://psicologia.laguia2000.com/general/la-indisciplina-escolar





En mi opinión, creo que no se puede añadir mucho más a este artículo, exceptuando algunos puntos que a continuación comentaré.
Dicho artículo refleja bien lo que ocurre actualmente con los alumnos/as tanto de primaria como de la E.S.O. Sí que es cierto que cada vez mas, o al menos eso parece, la capacidad de concentración en los alumnos disminuye, pero ¿es por las estimulaciones del entorno o porque los maestros/as y profesores/as cada vez hacen las clases mas aburridas? Eso sería un buen tema a debatir, porque en este punto entraría el papel de las familias. Los padres/madres tienen obligaciones laborales que le hacen pasar la mayor parte del día fuera de sus hogares. ¿Cómo repercute eso a los niños/as? ¿pueden recibir una buena educación de este modo o es una mala opción dado que se pueden sobrepasar los límites? Desde mi punto de vista, creo que los alumnos/as deben tener un hogar en el que no exista la ausencia parental ya que son el papel principal en la educación de los mismos (aunque hay otros familiares que pueden realizar el mismo papel), y así se les marquen unos límites. Pero, como nos enseño nuestro profesor de Teoría de la Educación, SIEMPRE hay que contextualizarlo todo, y debemos preocuparnos por las circunstancias del entorno de nuestros alumnos/as. Habrá quien tenga un hogar perfectamente estructurado, o quien tenga una organización anárquica, o quien tenga mucha libertad, quiza muchisima mas de la que debiera, pero como eso no lo podemos cambiar. Por eso, la labor del mestro/a es, dentro de nuestra jurisdicción, hacer todo lo posible para que los alumnos/as estén agusto en clase, tengan ganas de aprender, realicen las actividades, y se lo pasen bien, además de evaluarles SIEMPRE contextualizando el entorno de cada uno de ellos/as. Es muy importante que esten bien tanto en sus hogares como en la escuela, ya que estos dos ámbitos van íntimamente relacionados. Si un niño/a está bien en casa, dicha situación repercutirá positivamente en su actividad académica y viceversa.
Los maestros/as deben saber donde están los límites y llevar a cabo un orden en clase, que implique disciplina, sin que lleguen a ser, en ningún caso, autoritarios/as. Estos/as son muy importantes en la vida del niño/a, al igual que las familias, y tienen un papel determinante en su desarrollo.
Para ir terminando quería comentar dos frases con las que no estoy de acuerdo: 
"Los maestros deben derivar su atención a los peores alumnos e incentvarlos a participar". Sinceramente, no creo que esto deba ser así, ya que ni pienso que haya alumnos peores, ni que porque haya alumnos que "vayan bien" ya no se les incentive. Hay que incentivar a todos los alumnos/as, independientemente de su progreso académico; claro que siempre habrá quién necesite más apoyo, pero nunca dejando de lado a aquellos alumnos/as que, como ya he dicho "van bien solos". La participación es una herramienta muy importante para el aprendizaje.

"Un maestro debe respetar su rol y no debe dar confianza a un niño, manteniendo las distancias, y hasta podría ser de gran ayuda para él evitar tutearlos". Definitivamente pienso que es un ERROR tomar esta actitud. No hace falta hacer eso para que un alumno/a te respete, es más el profesor/a siempre se ha considerado como la "autoridad" en clase, pero se puede ser la autoridad sin ser autoritario, ahí está la diferencia. Creo que en educación primaria es fundamental la cercanía entre maestro/a y alumno/a, darle cariño y haciéndole saber que le vas a ayudar siempre, pero todo ello se puede conseguir desde el respeto y sabiendo cual es el lugar de cada uno. No creo en una escuela en la que el profesor sea autoritario, distante y que no le de confianza a sus alumnos/as, porque así le temerán, no le admirarán ni respetarán.

Los que nos vamos a dedicar a esto, espero en un futuro muy cercano, DEBEMOS saber cual es nuestra labor y desempeñarla lo mejor que podamos, aprendiendo día a día y a superar errores, para convertirnos en los mejores docentes, por y para ELLOS/AS!!!

2 comentarios:

  1. Lola, pues yo creo que a ese artículo sí que le puede añadir bastante, e incluso discutir muchas de las afirmaciones que hace, y hasta estar en completo desacuerdo con ellas.

    Mira esta frase, por ejemplo:
    Un maestro debe respetar su rol y no debe dar confianza a un niño, manteniendo las distancias y hasta podría ser de gran ayuda para él evitar tutearlos.

    ¿Sólo vale para Primaria, o también para la universidad? ¿Estoy a tiempo de corregir el error si empiezo ahora a hablados de usted? ¿Qué tiene que ver el respeto con las formas?

    Espero que este comentario te sirva para reflexionar. No hay que dar por bueno todo lo que se encuentra uno por ahí, ya sabes.

    Por otra parte, tu trabajo está bien orientado, enhorabuena: buscar información, comentarla y compartirla.

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  2. Miguel, como verás te he hecho caso, y me he parado un poco para hacer una crítica al artículo. Gracias por el consejo, ahora lo veo mucho mejor, espero que guste!

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